Sean lanzados por EUA o por Rusia, China o cualquier otro país con el poder para hacerlo, se generaría tal nivel de devastación, se desataría una conflagración equivalente a «quemar el cielo», que aniquilaría en pocas horas a 600 millones de personas. Al menos eso es lo que denunció uno de los informantes más destacados de la resistencia intelectual en Estados Unidos, Daniel Ellsberg.

Cualquier estrategia nuclear de cualquier nación, orientada hacia la guerra, es una absoluta locura. Ojalá nunca ocurra que lleven a cabo estos planes. Pero para asegurarnos de ellos, se deben unir todos los gobiernos del mundo para exigir el desmantelamiento de los arsenales atómicos de las potencias militares de la Tierra.