A medida que los usuarios de la red se vuelcan hacia recursos como Tik Tok y otros de consumo rápido, la blogósfera parece perder lectores, aunque sigue ocupando un volumen importante del tráfico mundial de la red (algunos blogs son muy exitosos, aquí una lista interesante de los 50 mejores del mundo).

El confinamiento sanitario por la pandemia de la COVID-19, ha incrementado el uso de la red, aunque por otro lado está aumentando la frecuencia de casos de depresión, ansiedad y malestar general por el aislamiento, los efectos de ello aún no se conocen lo suficiente.

Las redes sociales han servido para canalizar una parte de dicho malestar, aunque poco a poco han ido emergiendo a la luz los casos en que grupos de interés fabrican tendencias a favor o en contra de la realidad de los contagios, de la eficacia de las inmunizaciones, etc. Casos delicados son por ejemplo las declaraciones que en su momento hizo un medio de comunicación como TV Azteca -en el sentido de no hacer caso al doctor Hugo López Gatell– o las declaraciones de la senadora Lily Téllez desconociendo la eficacia de las vacunas Sputnik V.

México ha navegado a través de la espantosa pandemia de Covid con el timón firmemente afianzado en la ciencia y en los programas sociales -adaptación de hospitales, provisión de camas con equipos respiradores, negociación temprana de los lotes de vacunas, y una campaña de vacunación que no ha avanzado sin tropiezos, pero que lo hace pese a todo. Hasta esta fecha la cifra de aplicaciones ronda los 10 millones.

Lo anterior marca el contexto de estas reflexiones.

A partir de 2018, en este blog se redujo drásticamente la cantidad de publicaciones, en primer lugar porque queríamos observar cómo se acomodaban las cosas con la nueva administración federal, pues las dos anteriores habían mostrando signos catastróficos con el endeudamiento y los escándalos de corrupción hasta llegar a la fatídica «guerra contra el narcotráfico», que en lugar de resolverlo, agravó aún más dicho problema. En su momento nos referimos al estado de la ciencia y desarrollo, que seguían dándose en un contexto de elitismo, con magros resultados y muy alejados de la problemática nacional.

Con la doctora Álvarez Buiylla se descubrió la corrupción preexistente en el CONACYT y, al parecer, la reformulación de los planes de ciencia y tecnología están ahora apuntando a atender prioridades nacionales, impulsar la transdisciplinariedad e interdisciplinariedad, la cooperación científica, la ciencia abierta y acceso abierto, lo cual parece constituir un camino necesario.

Debe terminar el periodo en que los recursos públicos para ciencia eran destinados a financiar cadenas de restaurantes (por citar un ejemplo) o la construcción de edificios (se estima que la mayor parte del presupuesto para I+D se destinó a pagos a constructoras).

Esperamos a ver cómo se desarrollaban los acontecimientos citados, para ubicar este medio de comunicación en el nuevo contexto nacional, en el cual nos encontramos con muchas sorpresas agradables y otras desagradables.

No es el caso hacer una lista de ambas, pero parece que lo que había sido un blog más en el contexto de la ciencia neoliberal y de la educación superior cada vez más sometida a criterios privatizadores, ahora se requiere de un recurso que esté más atento a los avances en el conocimiento científico y tecnológico y que advierta las contradicciones que se establecen entre la docencia, la investigación y el estado de las bibliotecas por un lado, que promueva el desarrollo de mejores prácticas entre los bibliotecarios y los usuarios: los imperativos sociales siguen estando a la cabeza de nuestras preocupaciones.

Bajo esas reflexiones nos proponemos:

A) Mejorar la estructura del blog considerando los siguientes tipos de tipos de contenido:

  • Reflexiones de un aspirante a bibliófilo
  • Noticias bibliotecarias, propiamente dichas
  • Recursos de información específicos
  • Fragmentos literarios
  • Recursos audiovisuales

B) Mejorar la estructura de las contribuciones para que ofrezcan la mayor riqueza con la mayor agilidad en beneficio de los lectores.

C) Regularizar la actualización hasta cubrir por lo menos una actualización semanal.

D) Mantener en la plataforma global de WordPress la versión original de Kaniwá e incluir un espejo en el espacio de blogs universitario.

E) Emplear las herramientas de estadísticas de consulta, de ambas plataformas, para planear el crecimiento y mejorar el impacto de dichas publicaciones.

F) Incorporar a colaboradores interesados en los grandes temas del blog: bibliotecas, información, educación y conocimiento.