Eso es, en términos generales, lo que Charles Hoskinson, uno de los creadores de la criptomoneda y el ecosistema Cardano, expresa en este video publicado en YouTube hace pocas horas.

Bitcoin surgió como una respuesta a las recurrentes crisis financieras (los archiconocidos ciclos de inflación, deflación, recesión, las burbujas financieras, endeudamiento creciente, parálisis económica, devaluación sistemática o abrupta, y el consecuente desempleo, la pobreza, la guerra económica), vinculadas de un modo o de otro también a grandes conflictos bélicos regionales y mundiales con millones de víctimas, periodos que significan un enorme daño y retroceso ocasionado a la civilización.

Bitcoin surgió, entonces, como una forma de dar un fundamento matemático invariable al valor económico, para procurar la inmutabilidad de los registros concernientes a transacciones financieras y por tanto para asegurar la confianza y la gobernanza, y para evitar la centralización y la hiper-corrupción a la que puede ser proclive el sistema económico basado en el dinero fiat.

Es cierto que ha habido grandes fraudes basados en el funcionamiento de la criptoeconomía (Terra, FTT y, muy recientemente, incumplimiento de leyes en Binance), pero éstas pueden atribuirse a los actores humanos, y en parte también a la falta de regulaciones adecuadas que, al mismo tiempo, no destruyan el objetivo por el cual surgió la criptoeconomía.